Resumen:
La falta de información hace que a menudo se confundan simples rocas con fósiles, a estas se les conoce como pseudofósiles (o fósiles falsos). En esta entrada se dan a conocer los principales ejemplos de pseudofósiles que podemos encontrar en Colombia.
Tabla de contenido:
Me atrevería a decir que a casi todos los que nos gustan las ciencias de la tierra nos ha pasado alguna vez que mientras realizábamos un paseo por algún paraje natural, ya sea una montaña, una playa, un desierto o la orilla de un rio hemos visto en el suelo una roca que a primera vista capta nuestra atención, suele ser una roca distinta a las demás, con una forma que nos recuerda a algo que ya habíamos visto en alguna parte, se nos asemeja a un organismo actual o extinto y con euforia contenida lo primero que se nos viene a la cabeza es: ¿tengo un fósil en mis manos?, pueden ser los restos fosilizados de un organismo que vivió miles o quizás millones de años atrás? O por el contrario se trata simplemente de una roca?
Responder esa pregunta no es fácil pues muchas veces no sabemos dónde o a quién acudir, y aunque desde nuestra página de Facebook hemos ayudado a decenas de seguidores a identificar gran cantidad de fósiles y pseudofósiles gracias a la colaboración de geólogos y paleontólogos, la idea de crear esta entrada es precisamente dar más información para que ustedes puedan saber si lo que han encontrado es un fósil o en su defecto un pseudofósil.
Pero ¿qué es un pseudofósil?
Podríamos decir que un pseudofósil es algo que parece un fósil pero no lo es. Pero, tenemos clara la definición de un fósil? La RAE (Real Academia Española) nos da las siguientes definiciones:
- adj. Dicho de una sustancia de origen orgánico o de un resto de organismo: Que está más o menos petrificado, y se encuentra por causas naturales en las capas terrestres, especialmente si pertenece a otra época geológica. U. t. c. s.m.
- adj. Dicho de una impresión, un vestigio o un molde: Que denota la existencia de organismos que no son de la época geológica actual. U. t. c. s. m

Los fósiles son los restos y/o evidencias dejados por organismos que vivieron en nuestro planeta en épocas remotas y que han quedado registrados en las rocas: conchas, huesos, dientes y excepcionalmente partes blandas del cuerpo así como heces, rastros, huellas, madrigueras, nidos, impresiones y moldes, mientras que un pseudofósil es una estructura mineral de origen inorgánico cuya apariencia es similar a un fósil. Algunas personas usan el término pseudofósiles para referirse a aquellas falsificaciones hechas por el hombre con el propósito de conseguir a base de engaños, beneficio económico y/o reconocimiento académico, dos casos muy famosos de falsificación en Paleontología/Paleoantropología son el conocido como “Hombre de Piltdown” que se presentó ante la comunidad científica como los restos de un nuevo homínido descubierto en 1908 en Sussex, Reino Unidos cuyos restos incluían fragmentos de una mandíbula con dientes y una bóveda craneal, el fraude quedó al descubierto en 1953 cuando se pudo comprobar que los restos eran en realidad la mandíbula de un orangután y un cráneo parcial de un humano moderno.
Más reciente es el caso de las falsificaciones de dinosaurios emplumados en Liaoning, China que tanto revuelo causaron a finales de los 90’s cuando se anunció a bombo y platillo el descubrimiento de “Archeoraptor liaoningensis”, un supuesto celurosaurio que se anunció como el “eslabón perdido” entre dinosaurios y aves y que en realidad había sido hecho a partir de trozos de varios fósiles auténticos de diversas especies, a estos casos nosotros preferimos llamarlos simplemente “falsificaciones” y no pseudofósiles por lo que no serán incluidos en esta entrada.
Como hemos comentado antes los pseudofósiles son de origen inorgánico y deben cumplir con al menos tres aspectos principales: (1) Debe ser natural. (2) Debe parecerse y/o confundirse fácilmente con un fósil. (3) No debe ser un fósil.
Aunque dentro de los pseudofósiles podemos incluir otras muchas estructuras geológicas, en esta entrada vamos a ver los ejemplos más comunes que podemos encontrarnos en rocas y minerales:
Concreciones
En primer lugar tenemos las concreciones, cuerpos irregulares muy diferentes y fácilmente separables de las rocas que las rodean y que se han formado por precipitación o segregación de minerales, esto es cuando la materia se acumula alrededor de un núcleo o sobre una superficie, esta acumulación hace que la concreción crezca de forma concéntrica es decir por acumulación de materia en sucesivas capas en la superficie y en diferentes etapas o pervasiva cuando la cementación del sedimento base se distribuye simultáneamente y por todas partes desde el centro.
Las más comunes son las concreciones calcáreas y las sedimentarias (arcillas y areniscas) cuya composición es muy diversa ya que pueden ser de la misma naturaleza que la roca en la que se han formado, estar constituidas por alguno de los componentes de la misma o en raras ocasiones presentar una composición totalmente diferente y ajena a la roca que la contiene.
Suelen ser de forma típicamente esferoidal o elipsoidal aunque muchas son marcadamente irregulares presentando formas complejas encontrándose en algunas formaciones dispuestas en patrones bastante regulares (como veremos más adelante con el supuesto fósil de dinosaurio hallado en el departamento de Santander). Algunas concreciones se asemejan a huevos, coprolitos (heces de animales), troncos de árboles, vértebras u otros restos orgánicos. Cuando las concreciones son muy esféricas pueden ser confundidas con huevos fósiles como se puede ver en las siguientes fotografías:
Septarias
Las septarias son un tipo particular de concreciones sedimentarias constituida principalmente por calcita (carbonato de calcio precipitado) que contienen fracturas y/o grietas en su interior que a su vez están cementadas por minerales como la calcita, siderita, barita, pirita u óxidos de hierro que constituyen las zonas de entrecruzamiento de la estructura.
El proceso que genera las fracturas o septos (del latín septum = tabique que divide una estructura en otras más pequeñas) de este tipo de concreciones no es del todo claro y se han propuesto diferentes teorías para su formación de las cuáles la más aceptada es que la deshidratación del material original de la concreción hace que éste sufra una contracción que da origen a las fracturas tan características de las septarias. Posteriormente las fracturas se llenan de soluciones ricas en carbonatos que se cristalizan cementándolo todo. En ocasiones las fracturas se encuentran en alto relieve en la superficie de la estructura, dando origen a la típica forma de la septaria, forma que hace que suelan ser confundidas con caparazones de tortuga.
Estructuras cono en cono
Las estructuras de cono en cono son el resultado de un crecimiento concrecional inusual de minerales en el que los cristales de crecimiento adoptan forma de cono. La composición de los conos es variable y depende del entorno en el que se han formado, las estructuras cónicas suelen estar compuestas por cristales de calcita con delgadas capas de arcilla entre los conos que crecen perpendicularmente a la superficie en estratos de grano fino como arcillas y pizarras. A menudo son confundidos con fósiles marinos, especialmente con corales y esponjas de mar.
Dendritas
Las dendritas son estructuras minerales que se forman por cristalización de óxido de manganeso sobre un plano de roca y que presenta en las rocas patrones arborescentes.
El proceso de formación empieza por la acumulación de soluciones minerales que se han filtrado a través de las fracturas naturales de la roca. Cuando agua rica en manganeso y hierro fluye por fracturas y lechos entre capas de caliza y otras rocas, se depositan cristales dendríticos participando en el proceso varios óxidos de manganeso e hidróxidos.
Aunque las ramificaciones parecen finas películas de carbono que podrían representar restos de plantas, la mayoría están formadas por minerales de óxido de manganeso en lugar de carbono. Durante años se consideró que este mineral era pirolusita por lo que a este tipo de rocas se les conocía como “pirolusita dendrítica” hasta que en 1979 se demostró que estos patrones los formaban otro tipo de minerales (birnessita, coronadita, criptomelana, hollandita, romanechita, todorokita) sin que hasta el momento se conozcan dendritas de pirolusita..
Son quizás uno de los pseudofósiles más famosos pues sus formas arborescentes suelen confundirse con restos de plantas como helechos, hepáticas o selagineláceas.
¿ Un "dinosaurio" en Santander ?
En el año 2010 muchos medios de comunicación se hicieron eco de la noticia del hallazgo de grandes “vértebras” que parecían pertenecer a un gran dinosaurio mientras se realizaba una obra en la vía que comunica los municipios de Puente Nacional y Guavatá, en el departamento de Santander, el hallazgo se realizó muy cerca de la cabecera municipal de Guavatá a 8 m de profundidad mientras se consolidaba un muro. La obra se paralizó y los rumores del hallazgo atrajeron la atención de muchos vecinos de poblaciones cercanas y de medios de comunicación, ante tal revuelo las autoridades locales dieron a conocer el hallazgo al ICANH (Instituto Colombiano de Antropología e Historia), a la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia y al Departamento de Antropología de la Universidad Nacional para que se hicieran cargo de la investigación, finalmente y al cabo de pocos días se demostró que las “vértebras” eran en realidad rocas sedimentarias -en este caso calcáreas- que habrían sufrido un proceso de disolución interna debido a la acción de las aguas subterráneas, un proceso químico que les hizo adquirir esa forma tan particular.
Aunque no sea el tema principal de esta entrada, no quería pasar por alto la crítica a la falta de rigor informativo en algunos medios de comunicación de nuestro país. Y es que esta noticia dejó en evidencia un problema que hemos tenido en Colombia durante mucho años a la hora de comunicar ciencia y no es otro que la falta de periodistas con formación científica, el video es un claro ejemplo de lo que no se debe hacer en medios de comunicación, no se pueden dar por ciertas afirmaciones sin contrastar antes la información con profesionales expertos en la materia pues se corre el riesgo -como en este caso- de confundir al público al insinuar cosas como por ejemplo que los restos (que ni siquiera lo eran) pertenecen a dinosaurios o entrevistar a “expertos” que dijeron que los fósiles tenían una antigüedad de entre 2 y 5 Ma. afortunadamente esa mala praxis periodística parece estar desapareciendo de los medios.
El meteorito Allan Hills 84001 ¿nanofósiles en Marte?
Siendo la formación de los pseudofósiles un fenómeno geológico que se puede presentar en otros cuerpos planetarios, nos pareció oportuno incluir en esta entrada el caso del meteorito ALH48001, un más que posible pseudofósil proveniente del vecino planeta rojo.
Este meteorito de origen marciano de casi 2 kg fue descubierto por una expedición del instituto Smithsonian a la Antártida en 1984, es uno de los meteoritos más famosos gracias al gran revuelo que causó a nivel mundial cuando en 1996 la NASA informó que un detallado estudio de su superficie revelaba unas estructuras tubulares que podrían ser fósiles de bacterias magnetotácticas (un grupo monofilético de bacterias muy curioso pues son capaces de orientarse y desplazarse a lo largo de las líneas del campo magnético terrestre) es decir que una posible forma de vida microscópica primitiva podría haber existido en Marte hace más de 3000 millones de años, sin embargo a día de hoy gran parte de la comunidad científica piensa que estas estructuras fueron generadas por procesos abióticos (ausentes de vida).
Pareidolia cuando vemos cosas que no son
Aunque la pareidolia no es un fenómeno físico, quisimos incluirla en esta entrada porque nuestro cerebro puede hacer que percibamos cosas que no son, la pareidolia se define como un fenómeno psicológico donde un estímulo aleatorio, que normalmente es una imagen es percibido erróneamente por nuestro cerebro como una forma familiar y reconocible. En la siguiente fotografía vemos como una disposición de rocas a orillas de un rio parece ser el fósil de un reptil marino como los descubiertos en Villa de Leiva;
Agradecimientos:
Quiero dar las gracias a un revisor anónimo por sus valiosos comentarios.
Referencias:
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McKay, D. S., et al. (1996). Search for past life on Mars: Possible relic biogenic activity in Martian meteorite ALH84001. Science, 273(5277), 924-930.
Monroe, J., & Dietrich, R. (1990). Pseudofossils. Rocks & Minerals, 65(2), 150-158.
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Torrijo, F., Mandado Collado, J., & Bona Artazos, M. (2004). Modelización genética de nódulos y concreciones. Propuesta de clasificación. Estudios geológicos, 60(3), 95-110.
Ye, Q., Tong, J., Pang, K., Tian, L., Hu, J., & An, Z. (2020). Fossils or sedimentary structures? Carbonaceous spheroids from the shale of the Cryogenian Nantuo Formation in Shengnongjia area, South China. Precambrian Research, 345, 105759.
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